SI NO AYUDAS, NO ESTORBES.

by - lunes, febrero 10, 2020

Autora: Belinda Ondo

Queridos livaglayers, ya estoy de vuelta con un nuevo tema. Espero que me leáis con ilusión y no os cortéis, vuestras opiniones me animan a escribir con cada vez más pasión.

¿Impides el éxito de otros?

El título es muy simple. Si no ayudas, no estorbes. Si de verdad tienes el deseo de echar una mano a otros, hazlo de corazón o simplemente no lo hagas, no hagas nada a fuerzas o de mala gana, o peor, no seas un impedimento ante el éxito de otra persona si no vas a ser una mano apoyadora. Como dijo Hipócrates, “si no puedes hacer el bien, por lo menos no hagas daño”. Por supuesto, esto no quiere decir que lo que tengamos que aportar en la vida de otros sea siempre positivo, pero lo importante aquí es tratar de que lo negativo no venga de nosotros intencionadamente.

Somos seres humanos interdependientes, es decir, que mal o bien, nos necesitamos los unos a los otros para hacer llevadera la convivencia y la armonía en nuestro entorno. Pero hay cosas que debemos tener presentes, como que no todos somos iguales y que lo que uno no pueda o quiera hacer, siempre haya otro que sí esté motivado y dispuesto a todo por conseguirlo. Si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen.

El poeta cubano José Martí nos deja muy claro que el respeto al prójimo es uno de los pilares fundamentales para una buena relación con los demás. Muchos creemos que al criticar a otros logramos un cambio en sus vidas, pero nos olvidamos de que no siempre es así porque existen dos tipos de críticas: la crítica constructiva y la crítica destructiva.

¿Qué es una crítica? Es necesaria?

El concepto de crítica simplemente es semejante al de la opinión, ambas palabras conllevan el mismo efecto. Según la bloguera R. Crespo, nosotros mismos, seres humanos, estamos sujetos a cualquier tipo de crítica ya que interactuamos cada día con otros. Ahora bien, para que no tengamos que pasar por malos tragos ni malentendidos, necesitaremos entender qué es una crítica constructiva y qué no lo es. La crítica constructiva tiene que ver con el simple hecho de que alguien señale tus errores y cómo corregirlos, puesto que eso implica que la persona está interesada y que se preocupa porque mejores. No se debería entender como que la persona quiera destruirte o destruir lo que sea que hagas, todo lo contrario, simplemente significa que aquella persona considera que tienes potencial y que a través de su experiencia quiere que seas aún mejor.

Por otra parte, la crítica destructiva o mala crítica es aquella en la que la opinión de una persona es usada con la intención de denigrar a otra de tal modo que ‘no quede más veneno que soltar, ya sea verbalmente o por escrito. Se puede deducir fácilmente dado que sus argumentos no existen, hace uso de los insultos o lenguaje irrespetuoso, no indica claramente qué es lo que deberías mejorar o cómo, o simplemente dice que no le gustan tus acciones o tu opinión. 

Ahora bien, habiendo aclarado este punto, me siento con la libertad de decir que aunque recibamos buenas o malas críticas, todo depende de nuestra reacción ante ellas. En caso de que sea una crítica constructiva y que tengamos una larga lista de cosas que mejorar, no tendríamos que desanimarnos o enfadarnos.
Deberíamos leer o escuchar con calma e identificar los factores que nos
ayudarían a cambiar y mejorar. En caso de recibir una mala crítica en la que solo leas palabras que no tienen nada que ver con algo constructivo o que te ayude a mejorar, simplemente pasa del tema ya que responder a ese tipo de comentarios siempre genera cierto conflicto.

Desde mi posición me he sentido muy identificada con este apartado, visto que al escribir y publicar mis escritos me expongo mucho a este tipo de situaciones, y el caso está en que al principio es duro, pero a la larga te das cuenta de que sales beneficiado tú, puesto que aprendes de otros y ellos aprenden de ti.

El motivo por el cual me he visto en la necesidad de dirigirme a vosotros, queridos livaglayers, es que me he dado cuenta de que muchos de nosotros, jóvenes y adultos, necesitamos leer o entender esto de una vez y por todas, que apoyar a otros no implica dirigir o imponerles cambiar el camino que se hayan planteado recorrer en sus vidas, todo lo contrario, haz una crítica constructiva sobre los errores que veas que la persona esté a punto de cometer sin necesidad de imponerle tu opinión, así evitaremos situaciones difíciles de afrontar.

¿La vida es realmente complicada?

Ya hablamos en el texto anterior de la “dificultad” que tiene la vida y dimos una solución muy clara y sencilla: si pudiésemos ser sinceros los unos con los otros, si diéramos lo que recibimos, si ayudáramos a los que nos ayudan o simplemente a los que nos necesiten sin necesidad de reprochárselo después, si pudiésemos entender que no somos perfectos y que los demás tampoco lo son, si fuésemos capaces de hacer eso y más, atacaríamos a problemas como este.
Es importante señalar que la ayuda no es obligatoria, coloquialmente en inglés diríamos ‘helping is not by force’. Si tu amigo/a, esposo/a, novio/a no necesita de tu ayuda y cree desenvolverse solo o sola en algún aspecto, no sufras ni estorbes; coge una silla, siéntate y observa, nada más! Como dijo Beethoven, ‘nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo’. 
A veces no necesitamos a alguien que nos empuje a hacer cosas, simplemente queremos que esté allí cuando las hagamos y que nos corrija o aplauda al final, no en el transcurso de la faena. Esto puede parecer difícil, sobretodo para algunos padres y hermanos, porque nos sentimos en la obligación de supervisar todo lo que hagan nuestros hijos o hermanos y creemos que debemos darles un ‘stop’ cuando creemos que se equivocan. Pero no siempre es necesario, pues el ser humano aprende de sus errores, deberíamos permitirnos el lujo de errar y aprender de ellos.
Sé que para muchos de nosotros esa no es una tarea fácil, dado que, vivimos rodeados de otros seres racionales como nosotros, de manera que portarnos asi “podría llamar a la confusion”.¿Qué quiero decir con esto? Que, en nuestra sociedad, vivir “minding your own business” (tratando tus propios asuntos) es percibido como pasar de los demás o simplemente no tener afecto ni empatía con el prójimo. No siempre es así, claro. Considero que al adoptar esa postura, nos alejariamos de muchos entornos negativos y de situaciones embarrazosas.
Ahora, desde mi punto de vista, concluiría diciendo que: si no das, no pidas. Si no sumas, no restes. Si no multiplicas no dividas. Si no apoyas no arruines. Si no preguntas, no supongas.

En resumen, no exijas lo que no das y no hables de lo que no sabes. Ha sido un gran placer volver a escribiros, queridos livaglayers. Cuento con que me dejéis vuestras críticas y me digáis qué os ha parecido. Espero que os guste este texto y me gustaría desearos un feliz año nuevo a todos. Hasta pronto!
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