HUMANAMENTE ANIMALES Y SOCIOECONÓMICAMENTE AMNÉSICOS

by - viernes, diciembre 28, 2018

Autor: Miguel Luba

Desde el punto de vista socioeconómico, ¿qué ha pasado históricamente a partir del siglo XX hasta la actualidad? Un rápido recorrido evolutivo nos permite dividir dicho periodo en tres grandes etapas: Antes de las guerras mundiales (1900-1913), periodo de entreguerras  (1914-1929-1945), y después de las guerras mundiales (1946- actualidad).
Esa clasificación se atiende al concepto de Coyuntura Crítica acuñado por  Acemoglu y Robinson (2012). En este sentido, se considera que las guerras mundiales junto con la gran depresión son coyunturas críticas, ya que marcaron un punto de inflexión en el orden económico, político y social del entorno mundial durante todo el siglo XX. Si bien nos centramos en el último de estos periodos por su cercanía con la actualidad, brevemente se mencionan algunas características de los demás.
a)1900-1913.- En resumen, el entorno económico de este periodo está caracterizado por un crecimiento leve a pesar de la gran transformación que experimenta el aparato productivo y su organización, todo esto impulsado por los primeros pasos firmes del que hoy es el sistema capitalista, con una recién división internacional del trabajo, una apertura exterior pero de forma bilateral y sin la salvedad, claro está, de los problemas implícitos del modelo que a pesar de ello, había ofrecido a Europa y a otras regiones cotas de bienestar hasta entonces sin precedentes.
b) 1914-1929-1945.-  Éste periodo es precisamente el punto de inflexión del siglo XX. Envuelta entre dos guerras mundiales y una gran depresión económica. Puede considerarse precisamente, uno de los ciclos de Kondratieff (los ciclos largos) más importantes en palabras de Schumpeter. Importantes destrucciones de capital físico y humano, vaivenes del sistema monetario, desconfianza entre países, renacimiento del nacionalismo, debilidad del comercio internacional y una gran inestabilidad política (Vázquez de Prada, 1999).
c) 1946- actualidad.-  Éste periodo, a nivel mundial quizás es considerado por muchos como el más próspero y pacífico de toda la historia del siglo XX y las casi dos décadas que llevamos del actual siglo XXI (obviamente, haciendo un paréntesis a los más recientes 7 años oscuros - entre el 2008 y finales del 2015).
Si bien la economía mundial crece sin precedentes, la seña de identidad de dicho periodo es la inestabilidad, sobre todo económica, ya que el surgimiento de las cuatro principales instituciones supranacionales (FMI, BM, ONU, GATT) cumplieron con su objetivo de evitar nuevos enfrentamientos mundiales a nivel político, pero han fracasado en el mismo objetivo del terreno económico (Stiglitz, 2007).
La primera fase de crecimiento abrupto de la producción mundial que se inicia aproximadamente en 1947 hasta la primera interrupción considerable de 1973, está caracterizada por unos 25 años de altas relaciones multilaterales (elevado comercio exterior), una creciente productividad y una tercerización de la actividad económica. Dicho crecimiento, impulsado por las bases de la teoría Keynesiana, propició el surgimiento de nuevos conceptos económicos de gran importancia: el estado de bienestar, la integración económica, el desarrollo económico, el proceso masivo independentista, el interés por el papel del tercer mundo en la economía mundial y con él, los temas de la pobreza y la desigualdad, las economías en transición, y más recientemente, los temas medioambientales y el gran fenómeno globalizador.
Todos esos temas de importancia altamente reconocida, propiciaron hasta 1973 la llamada edad de oro. A partir de entonces, se entra en una economía mundial donde los ciclos de duración corta se alternan periódicamente, y en la que Norteamérica tira del crecimiento mundial. Pero sólo 3 de esas fluctuaciones son de especial mención: las de 1973, 1979 y 2007.
En base a las descripciones dadas de las anteriores coyunturas críticas podemos apreciar, entre las mismas, ciertos rasgos marcadamente parecidos.
¿Alguna vez has tenido la sensación de que tras el año 2008 se están dando, a otra escala, características idénticas al primer periodo de la clasificación señalado aquí (1900-1913)? No eres el único, a mí también me llamaron la atención algunos de los aspectos subrayados más arriba.
-Una transformación sin precedentes combinado con un crecimiento leve: Como reconoce el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reciente World Economic Outlook de Octubre 2018 (International Monetary Fund, 2018),  hay que remontarse años antes de la crisis para saber por qué ocurre dicha transformación. Creo que hay que remontarse muchos años atrás, de hecho hasta la primera etapa mencionada que es cuando se creó el pequeño ‘monstruo’ y aún no le habían crecido las garras de la construcción destructiva como mecanismo de crecimiento.
-La apertura exterior: El propio FMI reconoce incluso, que se necesita con urgencia preservar el mágico multilateralismo, insignia de relaciones internacionales y de la nueva cooperación. De esa manera, reconocen indirectamente que nos estamos acercando cada vez más al bilateralismo del principio, o en mejor de los casos, a una cooperación estratégica.
-La división internacional del trabajo: Un entorno cada vez más desarrollista, representada en nuevas formas como la ‘globalización’ y los procesos de ‘integración económica’ (Stiglitz, 2002), que están echando humo (el propio modelo referente: la Unión Europea). A pesar de eso, se argumenta que los productos actualmente han perdido su ‘nacionalidad’. Sin embargo, todavía existe en el seno de la OMC (Organización Mundial del Comercio) un debate sobre el acceso de los productos primarios o manufacturados que vienen del sur, a los mercados del norte (Romero, 2018), lo que refleja que algunos productos, intermedios o de materia prima, siguen teniendo ‘nacionalidad’: el sur.
-Las cotas de bienestar sin precedentes: Si bien la humanidad goza hoy de mejores niveles de ‘bienestar’, el Informe del World Inequality Lab (2017) sostiene que aunque sea a diferentes niveles, la desigualdad ha crecido en todos los países del mundo. Y, por lo tanto, creando a partes iguales ‘bienestar’ y desigualdad (nada ajeno al primer periodo de nuestra clasificación).

Ante tal semejanza, la reflexión más inmediata es: ¿Hacia dónde vamos?, ¿estamos reiniciando el siglo XX otra vez o efectivamente vivimos en una sociedad humanamente animalizada y socioeconómicamente amnésica?

Conclusiones:

El siglo XX se inicia con una tendencia creciente de la economía mundial asentada sobre el sistema de producción capitalista. Este sistema de producción ha demostrado desde entonces sus grandezas, tales como su alta capacidad de crear riqueza, y al mismo tiempo, su gran debilidad: su incapacidad de distribuirla de forma equitativa. Esto se ha convertido en un gran monstruo con garras y dientes afilados, que se devora a sí mismo para sobrevivir, utilizando el criterio de la regla de Mateo: un grupo que acumula cantidades desorbitadas de capital, frente a otro grupo que apenas tiene lo suficiente para sobrevivir.
Estoy absolutamente convencido de que este monstruo caníbal no morirá, ya que su vida está basada en la capacidad humana de crear e innovar, algo que en principio se considera inagotable. Al mismo tiempo, estoy convencido de que el monstruo está herido de gravedad, tanto que ya está sufriendo alucinaciones graves, tales como empezar a revivir en el presente parte de su historia pasada.
La relajación de ambas convicciones sobre el monstruo, requerirá una gran implicación de sus creadores y cuidadores ‘institucionales’ con un afán serio y comprometido de querer cambiar las reglas de juego actuales. Como dijo el profesor Rafael Peralta en una conferencia de economía social: "hay que empezar a pensar en que somos humanos con recursos y no recursos humanos”.
Visto lo expuesto hasta ahora uno pensaría que estamos ante un gran problema, y no le faltaría razón. Pero, no puedo finalizar este texto sin añadir que, en el fondo “el problema no es el problema, el problema es nuestra actitud frente al problema”.

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Referencias básicas:
- Acemoglu, D. & Robinson, J. (2012): Why nations fail. The origin of power, prosperity and poverty. Grown Publisher, New york.
-Berzosa, C.  Bustelo, P. & De la Iglesia, J. (2001): Estructura Económica Mundial, Editorial Síntesis, 2ª Edición actualizada, Madrid.
-International Monetary Fund. (2018). World Economic Outlook. Challenges to steady growth. October 2018. Washignton, DC: International Monetary Fund.
-Romero, A. (2018, November 18). Eumed.net. Retrieved from Eumed.net: http://www.eumed.net/cursecon/libreria/arglobal/122.htm
-Stiglitz, J. (2002). El malestar en la globalización. Madrid: Taurus [ISBN: 84-306-0478-2].
-Vázquez de Prada, V. (1999): Historia Económica Mundial, Editorial Eunsa universidad de Navarra, Navarra.
-World Inquality Lab. (2017). Informe sobre desigualdad global. París: World Inequality Lab.

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