AYUDAS QUE NO LO SON: diálogo fraternal sobre la Cooperación al Desarrollo II

by - miércoles, abril 18, 2018




Otra tarde, para seguir picándole a mi hermanito y de paso obtener la visión y opinión personal de un profesional, mientras comíamos, le pregunté si se acordaba del tema de la Cooperación internacional para el Desarrollo que dejamos a medias. Me dijo que sí, que sí se acordaba…

De repente, le pregunté por qué pensaba que se producía esa especie de ayuda y de cooperación que no eran lo que parecían. 

El joven diplomático me puso el siguiente ejemplo:

El informe de la Comisión Europea sobre cooperación internacional y desarrollo (2014) recoge la siguiente afirmación:
Hoy en día sabemos que contamos con los recursos tecnológicos, financieros y materiales necesarios para erradicar de nuestro planeta la pobreza extrema de aquí a 2030. No hay excusas para no hacerlo”.
A pesar de lo certera que pueda llegar a ser dicha información hemos de tener en cuenta que, tras vencer en 2015 el plazo de los 15 años (e incluso antes de eso) propuestos para el alcance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con resultados dispares en el grado de logro de los países, se ha percatado de que el Sistema de Cooperación Internacional para el Desarrollo se percibe hasta ahora incapaz de poder hacer cierta la afirmación del citado informe. Una de las razones que explican la falta de veracidad en la afirmación del informe es que, actualmente estamos asistiendo a una crisis de identidad del Sistema de Cooperación Internacional que se ha llamado “Fatiga del donante”. Pues, el desarrollo que se dice promocionar o favorecer, no se está dando efectivamente en los países beneficiarios, al menos, teniendo en cuenta la creciente disparidad que surge entre el llamado Norte-Sur y Centro-Periferia.

Dos rasgos destacados identifican dicha tendencia:

1.Cuestionamiento de la eficacia de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) como instrumento de desarrollo.

Por una lado, atendiendo al nuevo panorama, los países se están dando cuenta de que la cooperación entendida como te expliqué en la primera discusión debería, efectivamente, fundamentarse en la coordinación mutua y en una clara percepción del impacto positivo sobre las economías que entran en cooperación (en el caso de cooperación bilateral) o sobre las organizaciones supranacionales (en el caso de la cooperación multilateral). Dado el verdadero matiz de la cooperación actual, queda a la vista que esto no se cumple. Resurgiendo así, la opinión crítica tanto de los que reciben como de los dan dichos flujos.

Ante esta situación, el Sistema de Cooperación Internacional se ha visto obligado a tener que reestructurarse en la búsqueda de sus verdaderas funciones y afán por querer explotar sus propias capacidades para transformar el mundo, visto a ciencia cierta, que por mucho que se quiera negar, existe una cierta interdependencia entre Norte-sur y Centro-Periferia. Es decir, que el progreso del Norte, se nutre en gran medida por los relativos progresos que haya en el sur1, mientras que el Sur en cierta medida necesita de los avances del Norte y de su know-how...

La reestructuración del Orden Económico Internacional en materia de cooperación para el periodo post-2015 por ejemplo, pasa por mejorar y fortalecer los dos aspectos reales de la cooperación propiamente dicha:

a. La búsqueda de objetivos comunes: La lucha contra la pobreza como objetivo común, la coherencia en la aplicación de políticas y la coordinación entre donantes.
b. La mayor búsqueda de la coordinación y corresponsabilidad entre receptores y donantes realizando acciones conjuntas, no impuestas como se venía haciendo hasta ahora en algunas ocasiones (como en el ya mencionado consenso de Washington 1990).

2.Un considerable descenso de las AOD (Ayudas Oficiales al Desarrollo).


Por las continuas inestabilidades económicas, entre otros, muy pocas economías dominantes y donantes venían cumpliendo con el compromiso de la declaración de parís2. La reestructuración se ha volcado, en éste aspecto, en la búsqueda de instrumentos más efectivos en la promoción del desarrollo sostenible en los receptores3.
Llegados a este punto y vista la necesidad de readaptación que presenta el actual Sistema de Cooperación lnternacional, el escenario post-2015 estará caracterizado por la continuidad del cambio ya iniciado tanto en las instituciones públicas (las organizaciones internacionales, las agencias de cooperación bilateral de los gobiernos regionales y locales), como en las instituciones privadas (con fines lucrativos como empresas, y las que no tengan dicho fin lucrativo como las organizaciones no gubernamentales, los sindicatos y demás).
Viéndole en su salsa a mi hermanito y tras haber entendido todo lo que me comentaba, solo pude agregar un punto que me parecía determinante.

...Le dije: “El eje de dicha transformación, no solo debería estar establecido en la formulación de objetivos comunes como los Objetivos de Desarrollo Sostenible o las agendas 2030 o la 2060, sino, en hacer más efectiva la cooperación en sí misma, lo que supone la promoción del desarrollo y el bienestar de las naciones desde una perspectiva Bottom-up (de abajo para arriba) ya que, sólo puede explicarte  la dolencia aquella persona que la padece. Esto implicaría fortalecer el proceso previo de consulta a los países receptores, para enfocar las políticas internacionales a las necesidades nacionales reales.

Por otro lado, es fundamental que en el nuevo escenario, para que la transformación se haga realmente efectiva, se adopte un cambio de los instrumentos clásicos de la cooperación al desarrollo. Es decir,  en lugar de decir a los países receptores que gozarán de  preferencias comerciales (que realmente resulta que tienen más trabas comerciales que nada) o en lugar de ayudar a los países receptores solo en aquellos aspectos que les interesen a los donantes, que las AOD se centren en esquemas. Por ejemplo, de más cooperación en asistencia técnico-científica para la transferencia de know how y, generar procesos de movilización de recursos tanto públicos como privados hacia procesos de producción sostenible según su incidencia en los países receptores. Solo de esa manera, se logrará explotar el verdadero poder transformador de la cooperación no estratégica.
Mi hermanito se puso a reír y me dijo como quien no quería la cosa: "Ya iba siendo hora de que estuviésemos de acuerdo en algo". Le conteste con un corto "el saber es universal". De pronto, recibió una llamada. Creo que del trabajo, y empezó a hablar en chino, como todo me sonaba a chino, terminé de comer y regresé al trabajo, no sin dejarle antes por WhatsApp que continuaríamos.

1.No puede haber altos niveles de producción en el Norte sin el consumo de energía, que mayoritariamente sigue siendo la suministrada por los recursos que se poseen en el Sur. No puede haber coche sin ruedas, ruedas que se fabrican en principio con caucho que se traen del sur. Las mayores reservas de petróleo se encuentran en países considerados del sur, excepto Canadá, las mayores reservas del mineral del futuro, el coltán, los mayores bosques vírgenes del mundo, las mayores biodiversidades en el mundo vegeta, animal, etc. 
2. Sólo países como Dinamarca, Noruega, Luxemburgo, Suecia, Holanda y Reino Unido, venían cumpliendo el compromiso de destinar el 0.7% del PIB a la cooperación para el desarrollo. 
3. Aunque hasta ahora, muy poco acertada ha estado dicha búsqueda de nuevos instrumentos. Como señala Alonso (2016), el nuevo instrumento para la medida de las ayudas al desarrollo para la promoción de la agenda 2030 presenta una serie de incongruencias desde la propia definición del instrumento (las ayudas totales para la sostenibilidad del desarrollo, TASSD por su terminología en inglés) hasta en sus criterios de elegibilidad de los beneficiarios.

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